Llamado así por la palabra griega “amarantos”, que significa “aquel que no se marchita”, proviene de una planta que puede alcanzar hasta 3 metros de altura y es de la familia de los amaranthacea que reúne alrededor de 800 especies de amaranto cuyas características cambian dependiendo del ambiente y región en que se produzcan.

La planta de amaranto tiene una panícula que contiene numerosas florecitas pequeñas, que alojan a una pequeña semilla que representa el principal producto de la planta de amaranto, con la que se elaboran cereales, harinas, dulces y otros productos.

Junto con el maíz, el frijol y la chía, fue uno de los principales alimentos de las culturas de América y la principal fuente de proteínas. Fue tan apreciado que formaba parte de los ritos religiosos de estas culturas lo que provocó que con la llegada de los españoles su cultivo fuera casi eliminado.

El amaranto es un alimento muy importante y se consume principalmente como cereal reventado, del cual se elaboran: alegrías, un dulce típico mexicano, cereales, granolas, tamales, atoles, pinole, mazapán y otros deliciosos productos elaborados con su harina como tortillas, galletas, panqués, horchata y bebidas chocolatadas. También produce aceites y colorantes que se utilizan en la cosmetología o industria química o farmacéutica .

Llamado así por la palabra griega “amarantos”, que significa “aquel que no se marchita”, las fibras de las flores coloridas del amaranto se mantienen vibrantes aún después de morir. Cultivado por los Aztecas hace 8000 años, el amaranto sigue siendo popular en muchas culturas y se volviéndose más popular en años recientes. Puede ser estallado como al maíz, cocinado de forma similar al arroz o pasta; o molido con harina.

La cosa más sorprendente acerca del amaranto es cómo se compara nutricionalmente a otros granos: mucho más hierro, calcio, proteína, manganeso, fibra y otros fitonutrientes que el trigo o arroz. El amaranto es uno de los alimentos más ricos en proteína de cualquier alimento basado en plantas, rivalizando aquellos provenientes de alimentos con base animal como el queso.

Finalmente, el amaranto es una verdadera fuente de poder, conocido por ayudar a prevenir un número de condiciones crónicas de la salud como la diabetes, enfermedad cardiaca, cáncer e infartos. Afortunadamente, puede ser encontrado en la mayoría de los supermercados.


Beneficios del Amaranto


1. Es una fuente rica en proteína

Contiene entre 15 y 17 % de proteína. Presenta un excelente balance de aminoácidos (lisina, fenilalanina, leucina, valina, treonina, isoleucina, metionina, triptófano). Entre un 50 y 60%, de almidón, lípidos de 7 a 8%, calcio, hierro, fósforo , potasio, zinc, ácido fólico y magnesio, así como vitamina A , B1, B2 B3, C y fibra.


2. Contribuye a controlar los niveles de glucosa en sangre. Además, contiene una coenzima (HMG-CoA) con actividad biológica para disminuir las concentraciones de triglicéridos y colesterol.


3. El grano de amaranto no posee gluten, por lo que es un alimento recomendable para celíacos, es decir, aquellas personas que tienen intolerancia a este elemento.


4. Su contenido de fibra mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento, así como los divertículos, y además proporciona alimento para el crecimiento de bacterias buenas intestinales.


5. La amarantina (proteína presente en el amaranto), tiene la capacidad de disminuir la presión arterial, ayudando a prevenir y controlar algunos padecimientos crónicos (cardiácos, renales y cardiovasculares).


6. Ideal en anemias y desnutrición porque es un alimento rico en hierro, proteínas, vitaminas y minerales.


7. Inhibe la proliferación de células cancerígenas, por lo que ayuda en la prevención de diversos tipos de cáncer, tales como; colon, mama, cervicouterino, entre otros.


8. Su aporte de sodio, potasio, zinc, cobre, magnesio, y hierro colabora en el funcionamiento del sistema nervioso central.


9. Cabello. El jugo fresco de las hojas de amaranto ayuda al pelo a conservar su color, lo mantiene suave y es un gran tratamiento para la caída del cabello. Ayuda a mantener una buena producción de queratina dando fuerza y flexibilidad al cabello.


10. Piel. Su alto contenido de ácidos grasos esenciales (linolénico y linoleico) sirven de auxiliares para mantener suave la piel. Los tocoferoles (vitamina E) presentes en el aceite de amaranto son compuestos activos utilizados en cosméticos, productos para el cabello, productos para el cuidado de la piel, como agentes humectantes y antioxidantes.